El asfalto se ha ganado un lugar entre los materiales de pavimentación más confiables, y por buenas razones: no solo es estéticamente agradable, sino que también es resistente y duradero. Pero para maximizar la vida útil de una carpeta asfáltica se debe de ser proactivo a la hora de realizar su mantenimiento, ya que incluso los problemas aparentemente menores pueden provocar daños profundos si no se abordan rápidamente.
Una ejemplo claro de esto son los escurrimientos de aceite que dejan los vehículos en el pavimento, que lejos de ser solo un problema estético pueden socavar seriamente la estabilidad del asfalto si se dejan sin atender. Veamos
ETAPA 1
A medida que el aceite de motor se filtra en el pavimento, altera la química del aglutinante asfáltico haciéndolo más suave y propenso a desprender los agregados triturados. Afortunadamente, este proceso ocurre de manera gradual y puede tardar meses antes de penetrar la carpeta si ésta se encuentra en buenas condiciones, o incluso más tiempo si ha recibido aplicaciones periódicas de sellador de superficies asfálticas, por lo que tienes tiempo para actuar.
Entre los métodos más populares para retirar las manchas de aceite se encuentran: el uso de arena para gatos, el bicarbonato de sodio o incluso una lata de refresco de cola. Sin embargo el enfoque más efectivo es restregar la mancha con una mezcla de detergente y agua, y luego enjuagar bien el área.
ETAPA 2
En esta etapa el aceite ha penetrado ya en la superficie y ha comenzado a degradar el aglutinante de asfalto. Puedes notar que el asfalto en tales áreas parece inusualmente suave, e incluso es posible que puedas retirarlo con el dedo o con una herramienta en punta. Los profesionales de la pavimentación nos referimos a este tipo de pérdida de agregado superficial como desmoronamiento, y si no se atiende rápidamente, pronto dará paso a picaduras y baches aún más graves.
Este desmoronamiento es principalmente problemático porque permite que el agua comience a filtrarse al subsuelo lo que invariablemente provocará daños más profundos y costosos. En esta etapa, la solución al problema consiste en eliminar el aceite y luego reparar el área dañada mediante parches superficiales de asfalto.
ETAPA 3
Las manchas de aceite han degradado ya el pavimento, y junto al peso y la fricción de las ruedas de los vehículos han generado fragmentación de la carpeta y baches. En este punto, los parches de la etapa 2 ya no serán suficientes y se debe dar paso el bacheo, mismo que puede ser superficial o profundo según la magnitud del daño
En el bacheo superficial se realiza un corte en la zona dañada, se remueve la carpeta asfáltica degradada y se reemplaza con una mezcla asfáltica de características y propiedades similares a la existente, para después compactar adeacuadamente.
En el bacheo profundo la reparación se realiza no solo removiendo la carpeta asfáltica existente sino ademas reemplazando el material que ha perdido estabilidad de las capas subyacentes, hasta encontrar un soporte firme. Se debe compactar adecuadamente el nuevo material de relleno antes de colocar la nueva mezcla asfáltica, que a su vez se compactará nuevamente.
CONCLUSIONES.
Como dijimos al inicio, las manchas de aceite son mucho más que un problema visual y junto con la filtración del agua son los enemigos principales de toda carpeta asfáltica. El mantenimiento constante, mediante la limpieza y el sellado periódico de la superficie, alargará la vida útil de tu pavimento y te evitará costosas reparaciones en el futuro, tanto en tiempo como en dinero.
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